miércoles, 7 de marzo de 2018

LA ATRACCIÓN POR LA FRUSTRACIÓN

Cuando una relación se rompe, cuando alguien nos deja, o incluso cuando somos nosotros mismos quienes dejamos, se pasa mal. Se siente dolor.

Entender ese dolor es básico para pasar por el proceso de duelo romántico de manera natural y no extender ni agravar el sufrimiento. Por eso este sábado 10 de Marzo hago en Málaga el Taller Superar el Desamor. Un taller para comprender el duelo, aceptar la pérdida y reorientarnos desde el pasado hacia el presente, desde el otro hacia nosotros mismos.

La 1ª regla que hay que saber para superar un desamor es que necesariamente hay que pasar por ese proceso de duelo. La salida del dolor es a través del propio dolor. Pero dentro de ese proceso, hay cosas que podemos hacer bien,y nos facilitan pasar por el proceso, y hay cosas que podemos hacer mal, y obstaculizan el proceso. Nos paralizan en el duelo.

Una de esas cosas que podemos hacer mal es lo que se llama la atracción por la frustración. Este fenómeno básicamente consiste en que nos atrae aquello que no poseemos... pero que podríamos poseer. Es decir,  para que este fenómeno se dé en el amor: debe haber una expectativa de reciprocidad.

Aunque sea débil. En mi caso, me siento bastante atraído por Marion Cotillard y, aunque la esperanza es lo último que se pierde, mi expectativa de reciprocidad sobre la actriz francesa más que débil, es nula. En cambio, si tuviera una compañera de trabajo que me resultase atractiva, bastaría quizá con que me sonriera todas las mañanas en la oficina (actividad bastante común por otra parte) para que mi mente generara esa expectativa de reciprocidad.

Y a continuación, una vez engendrada aquella expectativa, sucedería lo peor que podría pasarte en la vida: enamorarte.

Se ha escrito y se seguirá escribiendo mucho sobre el enamoramiento. Por lo tanto, lo que diré a continuación sobre el mismo sólo es mi opinión personal, fundamentada en parte de la literatura científica que hay al respecto. Te invito a, si estás interesado en el tema, seguir investigando por tu propia cuenta sobre ello. Porque para mí...

ENAMORARSE ES CACA

Ya que cuando uno se enamora surgen las siguientes reacciones: temor intenso al rechazo (miedo); frecuentes pensamientos sobre la otra persona que interfieren en la vida del individuo y le hacen perder la concentración (obsesión); fuerte actividad fisiológica ante la presencia del individuo (ansiedad, parálisis, idiotez repentina); atención focalizada en la otra persona (pérdida del interés por uno mismo); y lo peor de todo: idealización del otro.

De hecho, nos nos enamoramos del otro, nos enamoramos de las ideas que tenemos respecto al otro. Mi bellísima compañera me ha sonreído esta mañana y empiezo a pensar que: es la persona más simpatiquísima no sólo de la oficina (a pesar de que los demás me han sonreído igual) sino del mundo entero, que está loca por mí, que cuando los dos seamos capaces de decirnos lo que sentimos el uno por el otro iniciaremos la más grande historia de amor jamás contada, que el sexo será brutal... 

En fin... No me digas que no te ha pasado.

Este cadena de atracción por la frustración --> enamoramiento --> idealización --> más atracción por la frustración, puede durar, y de hecho dura, unos cuantos meses, o incluso años, después de iniciada la relación. ¿Por qué? ¡Porque al principio no las tengo todas conmigo! Mi idea de que la otra persona me ha elegido, de que está o va a estar conmigo, no es madura, aunque suene fatal, lo siento, mi sentido de pertenencia aún es débil. Y además: todavía no conozco demasiado bien a la otra persona o las ideas que me había hecho son aún más fuertes que las evidencias que me voy encontrando.

Pero con el tiempo, la idealización choca con la realidad, y tarde o temprano me doy cuenta y asimilo que: no es tan simpatiquísima como creía, que nuestra relación de amor no se explicará en los libros de Historia y que el sexo... bah, normalito. Y entonces, defraudado por ese choque con la realidad, podemos dejar a esa persona o boicotear la relación para que ella nos deje a nosotros. ¡O no, no tiene por qué, un poco de esperanza para los que creen en el amor, por favor! También se pueden ajustar las expectativas a la realidad y empezar a construir una relación muy bonita y significativa... en la que el enamoramiento se ha ido a tomar por c...

Me he entretenido tanto en el fenómeno del enamoramiento porque cuando uno es dejado, o incluso cuando deja, ¡puede volver a pasar! Nos reenamoramos. Surge de nuevo esa atracción por la frustración, debido a que estamos instalados en la fase de negación del duelo: "volveremos a estar juntos, todavía me quiere, ¿y si me equivoqué al terminar?" Y se reinicia todo el proceso anterior, incluida la temida actividad de la idealización: ¡sí, volvemos a generar una serie de ideas y expectativas que no tienen por qué tener nada que ver con la realidad!

Un ejemplo: una de mis primeras pacientes estaba pasándolo fatal tras una ruptura. Decía que su ex era su media naranja, que no iba a encontrar a nadie como él. Cuando analicé, sólo un poquito, cómo había sido su relación los últimos años resulta que: peleaban todos los días, nada de sexo, 0 compatibilidades.

¡Sesgamos! Cuando terminamos una relación producimos sesgos cognitivos, pensamientos sesgados y distorsionados: nos acordamos sólo de lo bueno, imaginamos que si volvemos todo volverá a ser maravilloso (cuando seguramente nunca lo fue). Tal es el poder de la atracción por la frustración, tal nuestro inmaduro empecinamiento en poseer aquello que no tenemos.

¿Se puede luchar contra ese poder? Absolutamente SÍ:

1. Date cuenta de que estás pensando de manera sesgada e irracional.
2. Piensa de manera más realista.
3. Acuérdate también de lo malo, demuéstrate que eso de que "todo era maravilloso y era la persona de mi vida" es una burda falacia de tu mente.
4. Focaliza en tu presente, ilusiónate por el futuro.
5. Y sobre todo, date cuenta de que nunca nadie es de nadie. No podemos poseer al otro. Esta vida es un camino en el que nos encontramos, y el encuentro dura lo que dura. Y cuando se acaba el encuentro... el camino sigue.

Y por último, ¡ven a talleres como el mío del próximo sábado para saber más sobre el amor, el duelo romántico y cómo amarnos más y mejor a nosotros mismos! Si estás en Málaga, espero verte allí. ¡Un abrazo!

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