lunes, 6 de febrero de 2017

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL

Algo va mal en el mundo.

El otro día veía una de esas noticias que a veces (muchas más veces de lo que me gustaría) salen en los telediarios y son de esas razones por las que desearía dejar de ver telediarios. Una de esas historias que te sienta como una patada en los genitales. Una de esas historias que te parte el alma.

Un hombre con antecedentes por malos tratos se peleaba con su mujer en un hospital y de repente cogió a la hija de ambos, de tan sólo 1 año, y se tiró por la ventana con ella. Los dos, padre e hija, murieron.

Las últimas palabras de él, dirigidas a la madre, fueron: "Te voy a dar donde más duele".

No es difícil, por desgracia,  imaginar al ¿hombre?, antes del fatal desenlace, hecho una furia por... ¿Por qué, por celos, porque la mujer quería separarse...? ¿Acaso importa? ¿Acaso la vida de una niña vale menos que una historia de amor?

El caso es que en España, y en el mundo, demasiadas historias de amor acaban mal, porque empiezan mal. Entender el amor como "Apego Afectivo", término acuñado por el psicólogo cognitivo Walter Riso y que sería el equivalente a hablar de dependencia emocional, es entender muy, pero que muy mal, el amor.

La dependencia emocional se da por la creencia de que se necesita a otra persona para ser feliz, y por tanto, sin esa persona, nunca se será feliz. Así que si nunca voy a ser feliz, como no tengo ya nada que perder, ¿qué me impide matar?

La próxima vez mátate tú solo.

Muchos de los casos de violencia de género, creo, tienen su origen, además de en ideas machistas que convierten a la mujer en una posesión, también en esta forma de entender el amor como una necesidad inventada, cobarde y egoísta. "Yo no quiero que me ames, necesito que me ames porque ni yo soy capaz de amarme a mí mismo".

Riso dice que el apego afectivo (dependencia emocional) representa un vínculo obsesivo con un objeto, idea o persona que se fundamenta en cuatro creencias falsas: que es permanente, que te va a hacer feliz, que te va a dar seguridad total y que dará sentido a tu vida. Cuando tienes un vínculo de este tipo no estás preparado para la pérdida y no aceptas el desprendimiento. Además, Riso, en una entrevista, valoraba este apego o dependencia como el “mayor motivo de sufrimiento de la humanidad”.

Desde luego, algo va mal en el mundo cuando nos despertamos casi cada día con crímenes por violencia de género, cuando las consultas de psicólogos se llenan de corazones rotos incapaces de superar una ruptura sentimental, cuando hay personas que eligen a un presidente que defiende un discurso de odio hacia otras razas y culturas.

Este sábado 11 de Febrero vuelvo a hacer, como casi siempre por estas fechas, el Taller Desarmando a Cupido: eliminación de creencias tóxicas sobre el amor. Un taller para desaprender esquemas mentales hiperrománticos y negativos que contaminan las relaciones humanas y la autoestima.

Porque amor no es necesitar a otro ni obligar a nadie a amarte. El amor no es miedo, ni odio. El amor es todo lo contrario al miedo y al odio. El amor es quererme tanto a mí mismo que eso me dé el coraje para invitarte a andar este camino conmigo, y la paz interior para seguir yo solo hacia delante, si un día decides apartarte de mí.

Porque algo va mal en el mundo. Y sin embargo, sólo una cosa puede salvarnos. Y es el amor.



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