miércoles, 27 de julio de 2016

CÓMO SER MÁS PERSEVERANTE PARA LOGRAR TUS METAS



 Esta semana, en el Gabinete de Psicología Positiva, contamos con una firma
invitada, Ana Hidalgo, psicóloga y magister en Intervención en la Ansiedad y el Estrés, quien ha escrito este post para ayudarte a ser perseverante en la consecución de tus objetivos. ¡Esperamos que te guste, un abrazo!


¿Quién ha abandonado alguna vez sus metas antes de tiempo por no saber perseverar?


Me declaro culpable. En más de una ocasión reconozco que he tirado la toalla antes incluso de empezar el combate.


Afortunadamente, he ido aprendiendo con los años y poco a poco voy alcanzando objetivos.


Pero, ¿sabes por qué nos sucede esto?, ¿te preguntas qué puedes hacer para perseverar y conseguir lo que quieres?


En mi caso, abandoné por un fallo de principiante: mi objetivo estaba mal planteado.


Quería hacer algo de ejercicio porque todo el mundo me decía que me vendría bien, pero lo cierto es que yo me veía estupendamente y no lo sentía como algo necesario.


Mi objetivo era más bien banal: aceptación social, complacencia… llámalo como quieras.


La cuestión es que no me enfoqué en lo que realmente quería y era importante para mí y por eso abandoné en seguida.


¿Te ha pasado alguna vez algo parecido?


A veces olvidamos centrarnos en nosotros, en lo que queremos, y cedemos a las presiones de otros: hay que saber idiomas, hacer deporte, estar en el peso correcto… ¿te suena?


Para aprender a perseverar vas a necesitar saber definir bien tus objetivos. 

"¡Ostras!, ¿y eso cómo se hace?”


Tranquilo, que te explico a continuación cómo hacerlo.


Cómo definir mis objetivos..  


   Todo objetivo busca un fin, algo que queremos lograr. ¿Sabes cuál es tu fin último con este objetivo?


Por ejemplo, no es lo mismo querer dejar de fumar por querer agradar a tu pareja, que, porque el neumólogo te ha dicho que tus pulmones están a punto de colapsar, y decides cuidar tu salud para no morir tan joven.


En ambos casos, se pueden hacer cosas muy distintas para lograr tu objetivo sólo tienes que decidir qué opción te gusta más entre las posibles.


Por ejemplo, en el primer caso, puedes comprar unas flores a tu pareja para agradarla, conseguirás lo mismo, pero con mucho menos esfuerzo que dejando de fumar, por lo que probablemente el dejar de fumar no te motive lo suficiente.


Sin embargo, en el segundo caso, si sabes que o cuidas tus pulmones o el neumólogo te da un año de vida, dejar de fumar se convierte en una muy buena opción.


En mi caso, con eso de hacer ejercicio, debo decirte que finalmente sí conseguí hacerlo al enfocar mi objetivo.


Hace ya varios años me di cuenta que quería poder disfrutar más de los juegos con mi hija: montar en bici, jugar al pilla, pilla … y aguantar su ritmo requería estar en forma sí o sí.


Así que cambié mi enfoque y lo conseguí.


Mi hija fue mi gran motivación para lograr mi objetivo, ¿cuál es la tuya?


Busca los motivos reales que te mueven a hacer lo que haces.


La presión, la deseabilidad social o los motivos banales, no suelen ser buenos aliados de la perseverancia.       

En segundo lugar, expresa tu objetivo en forma de conducta. Hazlo medible, alcanzable, limitado en el tiempo y, sobre todo, específico.

Por ejemplo, no digas: “quiero adelgazar tres kilos” ¿recuerdas que necesitabas un motivo?, trata de incorporarlo en tu definición.


Podría ser algo así: “Para mejorar mi salud y sentirme bien, he decidido seguir la dieta del nutricionista durante tres semanas para perder 2 kg”.


Una vez que lo tengas definido escríbelo en un papel y colócalo en un lugar visible para poder recordarlo con facilidad.



¿Basta con definir bien los objetivos para ganar perseverancia?


NO, ese es sólo el paso previo.


Estos son otros pasos que debes dar:

Ahora que comienzas a tener más claro lo que quieres, ya tienes tu objetivo, haz que sea posible realizarlo.

Divide tu meta en pequeños pasos alcanzables, creando mini objetivos que puedas controlar.


Continuando con el ejemplo anterior, puedes ponerte tareas como contactar con el nutricionista, deshacerte de la comida basura que acumulas en casa, ir a comprar los ingredientes del menú …


Al igual que en el objetivo general, haz que estas mini tareas sean igualmente medibles, alcanzables, específicas y estén limitadas en el tiempo, esto te ayudará a cumplirlas dentro del plazo deseado.

    
    Revisa con cierta frecuencia le cumplimiento de tus objetivos y felicítate por ello.


No olvides que conseguir tus objetivos requiere esfuerzo, por lo que felicítate por tus avances, por pequeños que sean.


Además, el revisar tu avance te permitirá ajustar tus expectativas. A veces somos demasiado optimistas o impacientes y queremos abarcar más de la cuenta.


Si tus objetivos no están bien alineados con la realidad, ajústalos en el tiempo o divídelos en otros más pequeños.


¿Y qué pasa con la actitud?


Es imprescindible también mantener una actitud positiva. Recuerda el mantra: “quiero, puedo y voy a lograrlo”.


No te desanimes ante las adversidades, nadie dijo que fuera fácil, pero puedes lograrlo.


Si algo sale mal un día, no te rindas, busca la causa y evítalo en el futuro. Se cambia el plan si hace falta, pero no el objetivo.


Si tu objetivo consiste en dejar una adicción o un mal hábito, busca actividades alternativas que te permitan distraerte.


Mantener tu cerebro activo te ayudará a hacerlo más flexible y ajustarse a los nuevos hábitos que quieres lograr.


Finalmente, mantén tu cuerpo hidratado y bien alimentado, dado que la falta de glucosa o hidratación perjudicará tu autocontrol.



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