martes, 14 de julio de 2015

RESETEANDO EL ESQUEMA MENTAL NEGATIVO

Pensar es, en gran medida, hacer atribuciones sobre lo que nos pasa.

Y las atribuciones son los "por qué" que buscamos a lo que nos pasa. Estos "por qué" están definidos por 3 dimensiones:
  1. Dimensión de estabilidad/inestabilidad. Si aquellos que nos pasa es permanente o transitorio.
  2. Dimensión de globalidad/epecificidad. Si pasa en cualquier ámbito o situación, o en una o algunas en particular.
  3. Dimensión de locus de control externo/locus de control interno. Si lo que nos pasa depende de factores externos o personales.
Se ha observado en Psicología que, dependiendo de las atribuciones que hagamos de los eventos de nuestra vida, se puede hablar de patrones más o menos fijos de pensamiento: un esquema mental.
 
Así, un Esquema Mental Negativo sería:
 
Pensar que lo malo me va a suceder siempre, en todas partes,
y que no hay manera de cambiarlo.
 
Este patrón de pensamiento está influido por dos tipos de sesgos cognitivos:
  1. El pensamiento polarizado. La evidencia empírica nos demuestra que los "blanco" y "negro" son muy poco habituales, y que la vida se conforma más bien de distintas tonalidades de grises. Irse a los "siempre", "nunca", "en cualquier parte", o "bajo ninguna circunstancia", es irse a extremos poco realistas y funcionales.
  2. El sesgo de atribución externa. Es propio de personas supersticiosas o muy creyentes y que piensan que su vida está controlada por entes intocables: la suerte, el sistema, Dios o el Destino. Hay cosas que controlamos y otras que no. La clave está en distinguir.
Este Esquema Mental se ha ido programando a través de la interacción entre nuestros genes y el entorno, y los primeros años de aprendizaje son muy importantes para su formación.
 
Pero todo lo que se programa se puede resetear. Claves para hacerlo:
  1. Haber leído este post es un buen primer paso.
  2. Porque ahora, si le dedicas atención a tus pensamientos...
  3. ... podrás detectar cuándo te estás yendo a los polos o cuándo te estás echando culpas que no debes o cuándo dejando de actuar sobre problemas que sí que puedes modificar.
  4. Y ya sólo queda: cambiar el chip, y...
  5. ... tener paciencia y constancia.
Porque una programación que ha podido durar años y décadas no se va a cambiar en dos días. Pero merece la pena el esfuerzo: el Esquema Mental Negativo produce pesimismo y sensación  de indefensión que desembocan en estados del ánimo depresivo.

La solución (definitiva) para ser un poquito más felices no se encuentra en pensar en positivo. ¡Acabemos con las viejas y simples fórmulas de la felicidad! La solución pasa por pensar sano. Y eso implica acabar con los sesgos cognitivos y patrones disfuncionales que distorsionan nuestro pensamiento.

Porque, como ya bien sabes: no es tan importante lo que nos queda por aprender, como todo lo que podemos desaprender. Abrazos.

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