miércoles, 17 de abril de 2024

TÉCNICAS DE ESCRITURA TERAPIA

La escritura es una poderosa herramienta terapéutica. Gracias al acto de escribir, podemos sacar lo que llevamos dentro, expresar nuestras emociones, darle salida a nuestros temores, preocupaciones o inquietudes, ordenar nuestras ideas, a veces caóticas y dispersas por nuestra psique, adquirir una nueva perspectiva de lo que nos pasa, entendernos mejor a nosotros mismos y a nuestra realidad, y generar diferentes opciones de cambio.


Escribir nos permite parar, pensar lento, y ser creativos. Esto es fundamental en un mundo hiper acelerado donde la generalidad es ir siempre con el piloto automático. Gracias a la escritura, pensamos mejor. Y cuando pensamos mejor, podemos relacionarnos mejor con nuestra mente, con nuestras emociones, con nuestro yo y con los demás.


Como psicólogo llevo más de diez años haciendo escritura terapia, recomendándosela a mis pacientes (con bastante éxito, he de decir) y aplicándomela yo mismo en la esfera personal. Pero, ¿qué es exactamente la escritura terapia? Sencillo: cualquier ejercicio de escritura que pretenda ser terapéutico, es decir, cuya finalidad sea solucionar o mejorar problemas psicológicos, ya sean estos la depresión, la ansiedad, la baja autoestima, un conflicto interno o interpersonal o un mal estado de ánimo. Te encuentras mal, quieres estar mejor, y escribes para que te ayude a ello.


Y estas son algunas de la técnicas que han usado mis pacientes o participantes en mis talleres, o yo mismo, y que con bastante frecuencia han sido de mucha ayuda:


- Los tres diarios. Diario de gratitud: apunta las cosas buenas que te pasen. No todo, solo lo más significativo. Anótalo con una actitud agradecida, expresa tu gratitud. Con esta técnica desplazamos el foco de lo negativo a lo positivo. Diario emocional: cuando te sientas mal o tengas conflicto (dudas, incertidumbre, preocupación), anota en un diario cómo te sientes, cómo se manifiesta ese sentir, por qué crees que te sientes así, qué te piden esas emociones que hagas, valora si es bueno o malo, y piensa en qué podrías hacer para aliviar ese estado emocional sin que las consecuencias fueran malas para ti. A veces, simplemente divaga, enróllate sobre lo que crees que te pasa; algo saldrá de eso. Diario de mierda: cuando quieras quejarte o desees sacar la mala uva que sientes hacia una persona, usa este diario y cágate en la vida y en sus putos muertos. Sin censura, sin piedad. Expulsa toda tu mala leche hasta quedarte en la gloria.


- Lista de orgullos. Una gran técnica para conocernos mejor en clave positiva. Anota en una lista todas las cosas por las que te sientas mínimamente orgullosa/o en tu vida. Cosas que hayas conseguido, aprendido, superado, que no conseguiste pero te sientes orgulloso por haberlo intentado (es decir, fracasos), personas que forman parte de tu círculo y por las que te sientes orgulloso porque algo bueno tendrás para que ahí estén, habilidades que creas que has adquirido o desarrollado... Todo eso es una fuente de conocimiento enorme sobre tus fortalezas, dice mucho de tus virtudes personales.


- Cartas. Carta de "hasta luego": si has perdido a alguien, ya sea porque ha fallecido o porque se ha roto la relación, puedes escribir esta carta de despedida o de "hasta luego" (yo prefiero llamarla así porque las personas que se van no se van del todo; algo de ella se nos queda dentro para siempre). Perdónala, si crees que has de perdonarla por algo; pídele perdón si piensa que corresponde, dale las gracias por lo que te aportó, y dile "adiós" o "hasta luego". Esta es una técnica que ayuda a procesar el duelo. Carta de la ira: es parecido al Diario de mierda, solo que esta vez te imaginas que le estás escribiendo una carta a una persona que te ha hecho daño y le dices todo lo que tú creas te ha quedado pendiente por decirle. No escatimes, ponla en su sitio, y mándala a la mierda si te vas a quedar mejor así. Luego, tú ya decides si se la envías o no... 😬 


- Hablando con nuestro Niño Interior. ¿Qué es el puto niño interior? Pues no es otra cosa que la experiencia emocional de nuestros traumas almacenada. Cuando sufrimos, esa experiencia emocional se queda grabada en el cuerpo, que es nuestro verdadero subconsciente, y por eso a veces reaccionamos como reaccionamos, porque nuestro niño interior traumado tiene miedo (o rabia a veces). No hay que enfrentarse al niño interior, ni rechazarlo ni ignorarlo. Es terapéutico tratar de entenderlo, decirle que sabemos por qué se pone como se pone, ya que lo que vivió no fue fácil ni agradable, ni mucho menos, pero que tú está ahí para protegerle, para cuidarle, que puede confiar en ti, que puede sentirse seguro porque ahora sí sabrás cómo defenderte y cómo actuar, y si se diera el caso de que no supieras, que no se preocupe, porque lo superaréis juntos. Habla con tu niño interior, cálmalo, puedes hacerlo.


- Escritura Creativa. A veces, lo mejor que podemos hacer para expresar nuestros sentimientos, o para entender mejor la realidad, o para transformarla, y por supuesto, para entendernos y transformarnos a nosotros mismos, es escribir un poema, o un cuento, o un relato, o una obra de teatro, o un guion, o una novela, o una canción, o un ensayo... A través del arte de contar historias, cambiamos la historia de nuestra vida.


Este sábado 20 de abril en Málaga, haré el Taller de Cuento y Escritura Terapia, en el que explicaré técnicas como estas (y otras más) y las practicaremos. También analizaremos historias en grupo, para sacarles un aprendizaje vital que practicar en nuestra autogestión del bienestar. ¡Y cada participante escribirá un poema o un breve cuento! No es necesario ser un experto en escritura, ni mucho menos. Solo tener algo que contar. Y todos tenemos algo que contar. Por cierto, ¡cuento contigo!


Cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.


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Si te gusté yo, hago terapia en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. También tengo un par de libros.


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martes, 2 de abril de 2024

UNA SOCIEDAD DE CUIDADOS

La mayoría de la gente me decía tras el confinamiento de la COVID: "tú ahora tendrás mucho trabajo, ¿verdad?, la gente está fatal". Y yo pensaba: "ah, pero, ¿antes no lo estaban?"


Efectivamente, con la pandemia creció bastante la demanda de atención psicológica. Pero yo, personalmente, recibí muy pocos casos relacionados directamente con aquella. Todo era depresión y ansiedad, y venía de antes, de mucho antes.


Recientemente he leído un libro, una maravilla de libro, mejor dicho, que me ha abierto aún más los ojos (y no los tenía precisamente cerrados) frente a una de las principales causas del aumento constante de los trastornos psicoemocionales (o de la infelicidad, cuando el malestar no llega a ser del todo patológico). Esta obra se llama "Conexiones perdidas", del periodista británico Johann Hari, que fue diagnosticado de depresión y ansiedad siendo muy joven e, inmediatamente, tratado con psicofármacos y solo con eso. Johann sabía que había algo más que un desequilibrio químico en la génesis de su enfermedad, y lo exploró con este libro, investigando hasta dar con nueve causas reales y sociales de la depresión y la ansiedad.


Efectivamente, el modelo de salud mental es biopsicosocial. Y los tres componentes, lo bio (nuestra herencia y armatoste genético), lo psico (personalidad) y lo social (ambiente) influyen de manera proporcionada sobre nuestra salud mental y emocional.


Lo bio depende de lo que te haya tocado y se puede corregir o atenuar un poquito con la ayudita química.


Lo psico depende de lo que hayas vivido y se puede trabajar con terapia y autocuidados.


Lo social depende de todos, mierda ya.


Depende de todos, joder.


Y no me parece a mí, no sé, quizá me equivoco, pero no me parece a mí que vivamos en una sociedad en la que nos cuidemos los unos a los otros. ¿A ti te lo parece?


A mí me parece más que en lugar de vivir en una sociedad que promueva la bondad, que es hacer el bien para los demás (habría que añadir: y para uno mismo), se fomenta la maldad, que es hacer el mal para los demás porque eso acabará siendo bueno para uno.


Se ve en Málaga, por ejemplo, ciudad de donde soy y donde vivo (por ahora). Se demuestra con el tema de los abusos económicos de la vivienda. A mí, sin ir más lejos, mi casera me quiere subir el alquiler a 200 euros de una tajada y sin anestesia. Gente que tiene para vivir bien abusa económicamente de su vecino para así tener más. El ayuntamiento de Málaga se ha opuesto a declarar Málaga como zona tensionada del alquiler de vivienda, favoreciendo estos abusos. Se prevalece el derecho a ganar dinero por encima del derecho a una vivienda. Es de locos. ¿Es eso cuidarnos los unos a los otros? 


Con estas dinámicas en las relaciones económicas y laborales entre las personas de una comunidad, no es de extrañar que las personas acaben estresadas, deprimidas o directamente locas, volviéndose agresivas. Se genera enfermedad individual y tensión social (enfermedad colectiva, vaya), porque la casera me sube a mí el precio, yo se lo subo a mi paciente, mi paciente, que es frutero, sube el precio de la fruta... y al final, todos jodidos (menos los más ricos, eso sí; ellos simplemente se parten de la risa con nuestra forma de tratarnos). ¿Es eso vivir en una sociedad que cuida la salud mental y emocional?


Si queremos empezar a hacerlo, tendremos que:


- Ponerles precios razonables a la vivienda y al resto de cosas. Ganar menos dinero, para que el otro gane más paz, y si el otro está bien, yo, al final, también estaré bien. ¿Qué preferimos: tensión social o paz social? Luego, la gente se queja del fenómeno de los okupas. Anda que... Pues si los que abusan económicamente de otros se piensan que esos otros no se van a defender, están jodidísimos.


- Reducir en mucho nuestro nivel de competencia y fomentar la colaboración. Juntos es mejor que solos. Apoyándonos es mejor que estar en contra. Nos ponemos la zancadilla, nos tiramos piedras sobre nuestros propios tejados sin darnos cuenta. Hay que competir menos y colaborar más, agruparnos, asociarnos, sindicarnos. Qué guay sería que en Málaga, por ejemplo, existiera un sindicato de inquilinos fuerte y activo. No lo hay. O el que hay es una mierda. Si la unión hace la fuerza, y así es, nosotros tenemos una grandísima debilidad.


- Fomentar lo inmaterial. El capitalismo (y, sobre todo, siendo más preciso, el neoliberalismo), nos ha dejado tarados perdidos. Creemos que la felicidad está en el dinero, en lo material, en el estatus. Vaya gilipollez. Los estudios sociológicos y psicológicos demuestran que es la falta de dinero para acceder a lo básico lo que genera sufrimiento (obvio), pero no es conseguir mucho dinero lo que te da una vida más feliz, sino las relaciones sociales y sentir que estás haciendo cosas en tu vida que le dan valor a la misma. ¿De verdad sientes que tu vida es valiosa por tener un Ferrari, un reloj de oro o ropa cara? Si es así, estás muy vacío o vacía, tienes la cabeza muy hueca. Necesitamos enriquecer nuestras relaciones y nuestras acciones personales, buscar la virtud, ¿y cómo lo vamos a hacer si nos metemos en un bucle en el que hago todo lo que pueda para ganar más dinero, para tener más cosas que aumenten mi estatus, incluso si es a costa de joder al de al lado? Qué imbéciles, de verdad...


- Reducir drásticamente la desigualdad económica. Está relacionado con todo lo anterior, claro. Si abusamos unos de los otros, si competimos como tiburones en el mar por un trozo de pescado, si hacemos todo lo posible, legal y no legal, por enriquecernos, finalmente se genera desigualdad, y la desigualdad afecta mental y emocionalmente al que la padece, y al que no. Porque, insisto, la paz social se paga. No sale gratis, se ha de pagar. Pagando más (subida de impuestos a los que más tienen) o ganando menos (poniéndole freno a los abusos). Si la gente está mal porque no puede salir de casa de sus padres, porque la mensualidad del alquiler o de la hipoteca les ahoga, porque esforzándose lo mismo ven que hay gente que puede acceder a una vida de lujo y ellos, por falta de oportunidades, no se mueven del sitio, la peña se cabrea. Claro que se cabrea. La hostilidad se palpa en la calle. Se ve en el funcionario que te atiende de mala manera, se oye en el conductor que te pita y se caga en tu puta madre, se siente en la familia que okupa tu casa. Si estamos presionados tanto laboral como económicamente, ¿cómo no se va a notar, cómo no, aunque solo me queme a mí por dentro, que soy el que lo padece, no te va a explotar a ti en la cara también? La salud mental y emocional, a ver si nos enteramos de una puñetera vez, no es un problema individual, es colectivo.


- Y por último (por último en este post, porque no quiero extenderme más, ya que si lo hiciera podría estar escribiendo durante semanas sin parar), hemos de cuidar muy mucho la naturaleza y la cultura, que son lo más valioso que tenemos, junto a las relaciones humanas, que ya las he comentado, y muy por encima del maldito dinero y lo material. El ser humano es feliz cuando ve verde o azul. Es feliz cuando respira puro. Es feliz cuando convive con animales. Está más que demostrado; la naturaleza nos hace bien. Y la cultura, joder, la cultura nos enriquece. La cultura nos da sabiduría, nos ayuda a entendernos mejor, a convivir mejor unos con otros. Nos enseña a ser más felices. Hay que fomentar más la cultura, que haya más cines y menos coches, más lectura y menos móvil, más teatro y menos drama.


Y, por cierto, hablando de cultura, este domingo 7 de abril estaré en Málaga, en la Sala Joaquín Eléjar, haciendo junto con la fabulosísima Gisela Escoda la obra El poder transformador de las historias; teatro, monólogos, cuenta cuentos y todo en torno a la psicología y el bienestar. Y hablando de cuidarnos, a ver si apoyamos más a los nuevos creadores, como nosotros, que si se estrena una porquería de obra en el Soho, el teatro del Banderas, va todo Dios, y nosotros que nos lo curramos muy bien y somos muy dignos tenemos que hacer el triple (o más) de esfuerzo para llenar las salas. Ven a apoyarnos, que no te vas a arrepentir, te lo aseguro. Y si no, si quedaras insatisfecho, me buscas después de la obra para hacerme rendir cuentas, pero ya te digo yo que eso no va a pasar. Entradas baratitas aquí 👉 https://www.mientrada.net/evento/el-poder-transformador-de-las-historias/


Y ya está. Cuidémonos, porfa. Porque si tú estás bien, yo al final también estaré bien, y si yo estoy bien tu también estarás bien. La salud mental y emocional es cosa de todos. Así que dejemos de maltratarnos y cuidémonos, ¿vale? Venga, va, si no cuesta tanto, y el beneficio puede ser muy muy grande.


Cuestiona lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.


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Y, con mucho cuidado, ¡te mando este enorme abrazo!

lunes, 11 de marzo de 2024

DESMITIFICANDO MITOS DE LA PSICOLOGÍA POP

 La psicología se ha vuelto muy popular en los últimos años.


Antes no lo era tanto. Al menos en España (en países anglosajones o en Argentina sí que nos llevaban bastante delantera). Cuando yo empecé como psicoterapeuta, hace tan solo 10 años, todavía venía gente a mi consulta diciendo eso de "Yo es que no quiero que nadie se entere de que estoy viniendo, ¿sabe? No quiero que piensen que estoy loco/a". Mu fuerte.


Pero ahora, con el boom de la autoayuda, con psicólogos haciendo de influencers en Youtube y las RRSS, y, también hay que decirlo, con la que está cayendo, porque la peña está cada vez peor, la psicología se ha popularizado, metiéndose en las entrañas mismas de la cultura de nuestra sociedad. Claro, esto tiene sus cosas buenas... y sus cosas no tan buenas, dado que ha servido de caldo de cultivo para que muchos que no son psicólogos, desde coach motivacionales hasta gurús espirituales, pasando por yoguis iluminados y gente que juega con muñecos, lancen sus inspiradores y, sobre todo, inspirados mensajes al aire, para ver si llegan al Universo y este les escucha. ¡Ojo!, también los psicólogos metemos la pata de vez en cuando, no perdamos la actitud crítica.


Da lo mismo. Ya sea el que hable una eminencia como lo haga tu vecina la del quinto, el frutero o el último meme sobre frases de Einstein que viste y que no son de Einstein, hay mucho mantra envenado suelto en el ambiente. Es decir, muchas ideas que creemos que son verdad, pero no lo son, o al menos no verdades absolutas, y que creemos que nos ayudan, pero más que ayudarnos nos pueden perjudicar.


Sirva este post para aportar mi granito de arena al asunto y desmitificar algunos mitos de la psicología más pop:


- Es bueno hablar de lo que sientes, ¡suéltalo! Mmm... depende. ¿Siempre? Hay gente que habla y habla y lo único que consigue es recrearse en lo malo y no desconectar de su mundo interior. Y son muy cargantes para los demás. Ni tanto ni tan calvo. Está bien soltar, pero se puede hacer hablando con uno mismo, escribiendo, llorando o pegando cuatro gritos en el campo, no siempre es necesario recurrir a alguien (entre otras cosas, porque no siempre están disponibles). Poner el foco en los demás, en la vida y en lo que va bien nos libera del ego y de la negatividad.


- Encuentra tu pasión. Claro, porque si encuentras tu pasión laboral, el trabajo ya no será un trabajo para ti, sino un disfrute, y no tendrás que trabajar nunca más en tu vida. ¡Y una leche! Si tienes la suerte de tener trabajo, con que te dé una nómina relativamente estable que te permita vivir una vida digna, ya te puedes dar con un canto en los dientes. Si además te aporta felicidad en forma de autorrealización, ¡te ha tocado la lotería!, pero no a todo el mundo le pasa eso, ¿verdad? Si puedes hacer cambios en tu trabajo que dependan de ti, para sentirte motivado, hazlos, y si no, puedes buscar tu fuente de autorrealización fuera del trabajo: apuntarte a un voluntariado, ir a clases de teatro o hacer lo que hacen todos cuando se topan con la crisis de la mediana edad: comprarte una moto grande. 😂


- Los cambios son para mejor. Mmm... ¿todos, siempre? No lo creo. Las decisiones de cambio en nuestra vida suelen implicar, casi siempre, pérdidas y ganancias. Se pierden cosas para ganar otras. Hoy día, hay mucha gente a la que le cuesta tomar decisiones porque no son capaces de asumir el riesgo y las pérdidas. Pues, chavales, no, ¡no siempre se gana!


- Si tú no te quieres, nadie te va a querer. Este mantra es un mito porque obvia la otredad, es decir, la entidad del otro, que el otro es un ente que percibe, piensa, siente y actúa diferente a ti, solo por ser otro. Entonces, si tú te ves feo o fea frente al espejo, es posible que otros no te vean igual; si piensas que eres malo en tu trabajo, es posible que otros te vean como un crack; y si piensas que no mereces amor, es posible que otros se mueran de ganas por dártelo. Diferente es que tú, por no quererte, no sepas recibir el amor del otro. Ahí hay trabajo por hacer…


- Si quieres, puedes. Claro que sí, solo tienes que dejar que el Universo confabule a favor de ti porque eres tan especial e importante que seguro que no tiene mejores cosas de las que ocuparse. No basta con querer, hay que echarle ganas, esfuerzo, coraje, perseverancia, pedir ayuda (porque solo es más difícil), tolerar los fracasos que seguramente tendremos, y, ¡ojo!, tener suerte. Por mucho que queramos y por mucho que hagamos, a veces no podemos porque las circunstancias no se dan; hay factores externos que no controlamos. Ahora bien, si quieres, y si te mueves, aumentan las probabilidades de obtener los resultados que estás buscando, solo que el fracaso es una posibilidad, claro que sí; debemos resignificar este, aceptar que forma parte de la vida y, si se da el caso, aprender.


- La felicidad está dentro de ti. Díselo a una persona que no tenga trabajo y le vayan a desahuciar de su casa. O a una persona con una enfermedad grave. O a una persona que esté afrontando una pérdida o separación. Frente a la teoría psicobiológica de la felicidad (esta es un estado interno) y la teoría filosófica (la felicidad es un modo de afrontar la vida), luego está la vida, la realidad. Y esta a veces es una mierda y no nos invita a ser nada felices. Eso sí, tener una buena actitud personal nos ayudará a sobrellevar esa realidad con fortaleza y dignidad.


- Si estás mal, pide ayuda. ¡Sííí, este es un mito, este también es un mito, y lo dice ni más ni menos que un psicólogo! ¿Si estás mal pide ayuda, siempre? Si estás mal, trata de salir por ti mismo, con ayuda de tu círculo, y si no puedes o se te hace demasiado difícil, ¡pide ayuda! Hay gente que va al psicólogo o, ¡peor!, recurre a psicofármacos a las primeras de cambio. Inténtalo tú primero, pon a prueba tus recursos. Y si no resulta, sin ningún complejo, pide ayuda. Por otra parte, es importante diferenciar entre emociones o sentimientos (duran segundos o minutos), estados de ánimo (duran horas o días) y trastornos del estado de ánimo como la depresión o trastornos de ansiedad (duran semanas). Que por un bajón de fin de semana no hace falta que vayas al psicólogo (aunque si quieres venir, no pasa nada, te recibimos con la puerta abierta).


En definitiva, estos mantras, lanzados ahí, sin contexto y sin matiz, son frases vacías, que nos pueden orientar por malos caminos, y si no hacemos lo que nos dicen que hagamos, por ser incapaces o por no conseguir los resultados obtenidos, podemos sentirnos frustrados y, por ende, peor de lo que ya estábamos.


Usa, entrena y desarrolla tu pensamiento crítico. Lee, mira, aprende, crece, pero hazlo siempre con una mirada escéptica, no te creas a la primera todo lo que te digan. Analiza, cuestiónalo, aplícalo si crees que te puede servir, y si no, ¡prueba con otra cosa!


Por cierto, como ejemplo un botón: cuestiona todo lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.


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Y, como siempre, ¡recibe este abrazo!

martes, 13 de febrero de 2024

¡HASTA LOS COJONES DE LAS ROMANTIZACIONES!

Nos encontramos a las puertas de San Valentín y, como cada año, toca hacer post relacionado con el temita. Y esta vez he elegido hablaros de las romantizaciones. Y, fijaros, preparando el post, me he encontrado con esta información en la Wikipedia, referida al romanticismo, el  movimiento cultural que se originó en Alemania y en Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción contra la ilustración y el neoclasicismo. Ojo, eh, que no tiene desperdicio:


"El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el Romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable y materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su propia vida mediante el suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes".


¡Guau! Alucinante, ¿verdad? Desconocía esta información, pero me he venido como anillo al dedo para hablar de esto de las romantizaciones, que es un término que se relaciona con una visión de la vida, o de diferentes aspectos de la vida, ingenua, naif, idealizada y, por ende, irreal, y que por ello genera falsas expectativas y frustraciones en las personas, ya que promueven pensamientos y actitudes que no nos ayudan a adaptarnos a las condiciones reales de las cosas.


Por supuesto, mucha gente romantiza hoy día el amor, pero no, no es lo único que tendemos a romantizar, como veremos enseguida:


- El trabajo. ¿El trabajo te tiene que dar felicidad? ¡Ja! El trabajo no se inventó para hacernos felices a los trabajadores, ¡sino al patrón! Así que si podemos apañárnosla para trabajar poco (o no demasiado) y autorrealizarnos y satisfacernos mucho fuera del trabajo, ¡eso sí que nos dará felicidad! Y al patrón que le den. Si tienes la suerte de que te encanta tu trabajo y te aporta felicidad, agradece: eres uno de los pocos. Y tanto en un caso como en el otro, es totalmente normal que no te guste madrugar, que odies aguantar al capullo de tu jefe o que estés deseando que lleguen tus vacaciones y que te jinches de llorar a la vuelta, y no, no eres un desgraciado por ello, solo humano.


- El sexo. Frungir es una actividad sensitiva que provoca placer y que se puede hacer con amor y sin amor. Punto. No hace falta sentir mariposas en el estómago ni ver fuegos artificiales ni tener una conexión con la otra persona que te sientas uno con él... Hay polvos malos, regulares, buenos del montón, y excepcionales (los que menos). A veces da pereza, a veces entra sueño o hambre, a veces tenemos la cabeza en otro sitio. Ah, y no, no, no le pidas a tu pareja sexual que sea un/a porn star cuando, seguramente, tú no lo eres (y si lo eres, sabes perfectamente que finges y que el sexo no es tan tan maravilloso como pretendes hacer ver). Particularmente, prefiero comer y reír (la risa es el orgasmo del intelecto).


- La amistad. Amigos para siempre nananainonainoná... Pues no, no existe la amistad para siempre, o rara vez se da, ni los amigos pueden estar siempre ahí para ti (ni deben). Romantizamos la amistad y, claro, luego nos llevamos los chascos que nos llevamos. Lo normal es que una amistad dure un tiempo determinado, los amigos de toda la vida son las excepciones, y cada uno de nosotros está muy ocupado como para estar disponible para ti cada vez que te haga falta. Por otra parte, sí, es verdad que es preferible tener amigos con los que puedas contar tanto para lo bueno como para lo malo, pero créeme, si eres de esos/as que suelen hacer acto de presencia solo cuando se encuentran mal, ¡búscate un psicólogo, los amigos queremos divertirnos!


- La familia. En un mundo ideal, como el de Aladín, todos tendríamos una buena familia, que te protegiera, respetara y cuidara, con la que estar muy unidos por siempre. Pero en el mundo hay mucha gente sin familia o con familia muy escasa o muy distante, por distintos motivos. Hay padres que han sido maltratadores, hay madres que son narcisistas, hay hijos que son auténticos hijos de p... Si te identificas, ¿pensar que eres uno de los pocos desgraciados a los que la vida le ha maldecido con una mala familia hace que te sientas mejor? Lo que se supone que debe ser no suele coincidir con lo que luego es; la realidad es muy diversa y, a veces, muy cabrona. Pero se puede seguir adelante y encontrar momentos de felicidad... si no nos victimizamos ni nos atormentamos.


- El aquí y ahora. Sí, así es. Yo, ¡yo!, que he defendido a capa y espada, en muchos de mis posts y charlas, la atención plena en el momento presente, que he hecho talleres de mindfulness, ahora os digo: ¡hemos romantizado el puto aquí y ahora! Es absolutamente imposible estar plenamente consciente en el aquí y ahora durante un periodo de tiempo estable. La tendencia natural de la mente del ser humano es la de pensar, no la de observar, y al pensar se desconecta del aquí y ahora. Aún así, sigo defendiendo que a muchas personas les puede venir muy bien meditar y cultivar la atención plena, pero bajad las expectativas, máquinas. Por otro lado, se endiosa el momento presente, porque este es lo único que existe, y se demoniza el futuro. Pues amigos, es bueno pensar también en el futuro, y en prevenir cosas malas que puedan pasarnos (por mucho agobio que dé), anticiparnos parar crear condiciones ventajosas, y tomar consciencia de que si no hacemos algo ya nos cargamos el planeta de nuestros hijos (de nada).


- La felicidad. Por supuesto. Cómo no. Hemos romantizado tanto tanto la felicidad que, hoy día, es necesario hacer cosas muy especiales todo el tiempo para ser inmensamente felices, y que no falte colgarlo en RRSS, claro. Si no tienes una vida exitosa y destacada, si te limitas a tener una vida tranquila y sencilla y a disfrutar de placeres muy banales, eres un mierda; si te sientes mal, ve a terapia o tomate una pastilla. En fin, para saber más, ¡cómprate de una vez mi libro, gilipichis! La dictadura de la felicidad.


- El amor de pareja. Hoy, precisamente, he visto una noticia que me ha dejado atónito: en España hay catorce millones de solteros. ¡Somos una barbaridad! Y cada vez hay más gente que afirma sentirse muy bien con su soltería y no tiene intención de cambiarla. Pues sí, señora, señor (o señorita y señorito), se puede ser muy feliz sin nadie a tu lado que te suelte ronquidos ni te deje pelos en el baño. Y, en el caso de estar ya enganchado (pobre), ten presente que la pareja no es (o no debería ser) tu vida, que hay más cosas, más personas, y un amor muy importante que uno no ha de perder nunca: el amor propio.


Y si Cupido te lanza alguna de sus flechas con la intención de convencerte de lo contrario, cógela por la parte del palo ¡y clávasela en el p*** ojete! 👊


Este año, después de 10 años ininterrumpidos, no hago mi habitual Taller Desarmando a Cupido, eliminación de creencias tóxicas sobre el amor. No me apetecía. Me cansé, supongo. Es hora de hacer cosas nuevas, de renovarse un poco. Pero no abandono mi cruzada contra el amor romántico y, además de este post, puedes también ver un vídeo post relacionado aquí.


Cuestiona lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.


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Si te gusté yo, hago terapia en consulta en Málaga y online para el resto del mundo.


Y, sin romantización, pero con algo de amor, recibe este abrazo. 

lunes, 22 de enero de 2024

ANÁLISIS DE LA MALDAD

En mi último post os hablaba de la bondad, y metía dentro del concepto "bondad" otros conceptos o valores tales como la generosidad, la gratitud, la empatía, el altruismo, la amabilidad y el amor. Pero, creo que el concepto "bondad" queda muy bien resumido en esta definición:


"La capacidad de hacer el bien a los demás".


Y, por supuesto, si somos generosos, agradecidos, empáticos y etcétera con los demás, estaremos siendo bondadosos. ¿Significa esto que no podemos ser egoístas si queremos actuar con bondad? Un rotundo NO. Oscar Wilde dijo que el egoísmo inteligente consiste en procurar que los demás estén bien, para tú sentirte un poco mejor. Pero, por supuesto, esto no quiere decir que no podamos pensar en nosotros y actuar priorizándonos, independientemente de lo bien que le siente al otro o no.


Sin embargo... Sin embargo, no podemos olvidar el contexto en el que vivimos. Para entendernos mejor a nosotros mismos y, gracias a ese entendimiento, actuar de manera que nos hagamos un poquito más felices y, de paso, si se puede, también más felices a los demás, hay que hacer un análisis de nuestro contexto en todas sus dimensiones: social, cultural, político, económico... Vivimos en un contexto capitalista, con unas leyes políticas y de mercado basadas en el liberalismo económico, una corriente ideológica que promueve la libertad económica y está en contra de la intervención del Estado en la economía. Mientras menos Estado (lo público, lo que es de todos), mejor, para salvaguardar en primer lugar la propiedad privada (lo que es de cada uno).


Independientemente de que estés más a favor o en contra de esta ideología, lo que es una consecuencia obvia de este sistema es que el ser humano, en las últimas década, se ha hiperindividualizado. Cada vez somos más individualistas. Esto no es una opinión, es una realidad empírica que se puede verificar a través de la mera observación y la comparación con otros tiempos. Ha disminuido la cooperatividad, la colaboración entre individuos y grupos, y ha crecido la competitividad y la iniciativa individual. Somos más libres, pero también estamos más solos. La tribu, que había en otras épocas, está desapareciendo. No por nada los detractores de este modelo lo llamamos el "Sistema del sálvese quien pueda".


Pues, en un contexto del sálvese quien pueda, no es ya solo que no se fomente la bondad, porque cada uno mira solo por lo suyo, es que además se legitima y potencia la prosperidad individual aunque perjudique al colectivo, a los otros. No es solo estar bien aunque tú estés mal, es también estar bien aunque sea a tu costa. Y ese egocentrismo falto de responsabilidad y empatía es, realmente, maldad. Una maldad canalla que está generando, manteniendo y agravando grandes desigualdades.


Como contrapunto, la semana pasada, en el foro económico de Davos, más de 250 multimillonarios mandaron una carta a este enclave, pidiendo que les aumentarán los impuestos. Querían pagar más, porque consideraban que lo que tenían les sobraba, y querían ayudar. Una gran muestra de generosidad, de bondad. Y, sin embargo, anecdótica e infértil, pues esos 250 representan a una escasa minoría de los superricos y porque su petición, seguramente, no sirva de nada...


O sí, sí que servirá. Los gestos sirven. Como ejemplo, para aprender de ellos. Porque, lejos de querer lanzar un mensaje moral, que también, mi labor en este blog, como psicólogo, es aportar para nuestro bienestar psicoemocional. ¿Y qué sabemos desde la psicología? Que somos más felices con tribu, y nos cuesta mucho más sin ella; las relaciones sociales tienen un papel fundamental en nuestra felicidad. Y que cuando nuestros valores y conductas están bien alineados, nos sentimos mejor con nosotros mismos. Para ello, hay que tener valores, claro.


La psicología, en definitiva, nos enseña que pensar no solo en uno mismo, sino también en el colectivo, sin dejar de priorizarse, es positivo para nuestra salud. Que ser buenos nos conviene.


Cuestiona lo que digo; la duda nos acerca más a la verdad.


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Si te gusté yo, hago terapia en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. Aquí un par de libros que tengo. ¡Ah!, y si estás en Málaga este miércoles 24, vente a La Cochera Cabaret a verme en El poder transformador de las historias.


Y, con generosidad, ¡recibe este abrazo!

jueves, 11 de enero de 2024

FOLLAR MÁS

¿Qué tal? ¿Cómo fueron las fiestas? ¿Has cogido mucho peso? ¿Se portaron bien los Reyes? ¿Y el inicio de año: te mantienes en tus propósitos o ya los has abandonado? 😂


Yo me he hecho un propósito este año y es que, como estoy soltero, me he propuesto follar más. Aunque no dudo que haya muchos emparejados a los que también les interesaría. 😬


Claro, sé que no es un propósito que dependa solo de mí. Pero, en la parte que me toca, ¿qué puedo hacer para aumentar mis probabilidades de follar? ¿Rezarle a la virgen? Soy ateo, la verdad. ¿Intentarlo con todas las que se me crucen por el camino? No es mi estilo. ¿Hacerme más atractivo para ser más atrayente? Jum... esto último puede funcionar. 😎


Pues sí, este año me he propuesto hacerme más atractivo, para follar más. ¿Y qué voy a hacer para conseguirlo? ¿Apuntarme al gimnasio e ir? (importante sumar esa coletilla final) ¿Gastarme un dineral en cirugía estética? ¿Comprarme calzoncillos Calvin Klein? No, nada de eso. En un arrebato de excentricidad, yo he decidido cultivar más la inteligencia y la bondad.


Sé (me imagino) lo que estás pensando: ¿para follar más vas a tirar por ahí?, ¡pues te vas a matar a pajas! 😈 Sí, ya lo sé, ya lo sé, vivimos en una sociedad muy superficial, y quizá esos dos valores no sean, precisamente, los que más se valoran a la hora de valorar el atractivo de la gente.


Pero es que este post no va de follar más, va de poner en valor:


- Poner en valor la inteligencia, que es la capacidad de usar los recursos disponibles para conseguir los objetivos propuestos. Por tanto, así, en general, ser inteligente pasa por poseer conocimiento (lee, fórmate, habla con personas distintas a ti...) y pensar bien para usar apropiadamente ese conocimiento. Y para pensar bien: aprende filosofía y filosofa, haz terapia, lee, escribe, usa la meolla. Pensar bien es clave para sentirse bien y vivir una vida lo más acorde posible con lo que uno quiere. Y esto lo consiguen las personas inteligentes.


- Poner en valor la bondad. Solo que bondad a mí me resulta un término muy amplio (bueno, la inteligencia también). ¿Cómo se demuestra la bondad? Siendo generoso, siendo agradecido, siendo empático, siendo altruista y solidario, siendo amable, siendo amoroso... Priorizarse a uno mismo o tomar decisiones egoístas no es dejar de ser bondadoso, primero porque no se ha de ser más papista que el Papa, y segundo porque para poder estar bien con los demás primero he de estar bien conmigo mismo. Lo que no quita que cuando hacemos sentir bien a los demás y tenemos unos valores y conductas bien alineados, nos sentimos mejor.


Si te digo la verdad, no sé si estos dos factores (inteligencia y bondad) correlacionan positivamente con el atractivo erótico y, por ende, con la posibilidad de follar más, ya te informaré el año que viene, a ver qué tal me ha ido. Pero lo que sí puedo decirte es que correlacionan positivamente con estados de bienestar subjetivo. La inteligencia y la bondad nos hacen ser más felices. Y ese me parece un propósito cojonudo.


Y, de paso, si empezamos a poner en valor lo que realmente es más valioso, quizá los demás también aprendan a valorarlo mejor. ¡Y así no follen solo los guapos! 😡


Cuestiona lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.


Si te gustó el post, no le quedes solo para ti, comenta y comparte.


Si te gusté yo, hago terapia psicológica en consulta en Málaga y online para el resto del mundo. También tengo un par de libros.


¡Por cierto! Una de las cosas que nos hacen volvernos más inteligentes, con diferencia, es la cultura, y el próximo miércoles 24 estaremos la fabulosísima Gisela Escoda y yo en La Cochera Cabaret de Málaga con El poder transformador de las historias. Teatro, stand up comedy y cuentacuentos con la psicología como telón de fondo. ¡No seas tonto, no te lo pierdas!


¡Y recibe este fuerte abrazo para empezar empoderado el año! ¡A por el 2024! 💪

lunes, 18 de diciembre de 2023

LO MEJOR DEL 2023

Un año más, y ya van unos cuantos, aquí está el repaso anual a lo mejor visto en RRSS sobre psicología y crecimiento personal. De hecho, este año cumplí 10 años como psicólogo (fue hace bien poco además, en noviembre) y lo celebré con amigos, pacientes, ex pacientes... Ha sido un año muy bueno y estoy motivado para hacer 10 años más, por lo menos, con la consulta psicológica, con el blog, con mis redes y con el canal de Youtube. ¡No os vais a librar de mí fácilmente! 😁


Por cierto (por cierto, ¿por qué decimos "por cierto" cuando cambiamos radical de tema?), si andas buscando regalos para estas fiestas, y hay gente de tu círculo que ¡todavía! no tiene mi libro, La dictadura de la felicidad, ¡este va a ser el regalazo de estas navidades!, así que no lo dudes y cómpralo ya. Si esa persona está muy estresada, el que publiqué en 2012 y se titula Prevención y afrontamiento del estrés laboral le puede venir muy muy bien.


Y ya sí, sin más dilación, aquí está lo mejor de lo mejorcito del 2023. ¡¡¡Felices fiestas y buena entrada de año, abrazos!!!




El carnaval de Cai no es solo humor y fiesta. Es también reivindicación. Y es, sobre todo, mucho sentimiento. Como el que le ponen estos chirigoteros para hablar de la enfermedad y la salud mental. ¡Ole, ole y ole, y el que no diga ole, que se le seque la hierbabuena!



Cada vez encuentro más aliados de esta rebelión anti dictadura de la felicidad. Cada vez somos más los que no asumimos el concepto de felicidad como un imperativo cultural, sino que la aceptamos y valoramos como algo efímero y que no podría darse sin la infelicidad. Interesante artículo. Para saber más, hazte con mi libro "La dictadura de la felicidad". 😊








Fantástico discurso de Blanca Portillo, no contra los cánones de belleza, como indica el título del vídeo, sino A FAVOR de otros valores tan y más importantes como aquella. Qué atractivas son la sencillez, la humildad, la bondad, la generosidad, la inteligencia, el humor. ¡Qué atractivo se vuelve uno cuando es bello por dentro!




Sería muy bueno para todos, pienso, tanto individualmente como en sociedad, revisar nuestros valores de lo útil y de lo inútil. Yo, en particular, cada vez estoy más convencido de que saber ganar mucho dinero es una gran inutilidad, y que sin embargo, por pobre que se sea, hacer reír, contar historias o ayudar a otros es de máxima utilidad. Entre otras cosas...
Interesantísima entrevista al pensador Nuccio Ordine que lamentablemente falleció hace dos días. Ojalá su obra perviva por mucho tiempo.



Maestra de educación infantil y cumplió su sueño... ¡tener un kiosco! El ejemplo de esta chica me ayuda a reflexionar sobre las expectativas: no es necesario poseer grandes ambiciones para tener una vida buena.






Otros tipos de relaciones distintas a las habituales son posibles. ¡Descubre lo que son las parejas LAT!
Muy interesante. 


Hace poco me enamoré de ella en el Cervantes de Málaga. Y ahora ya forma parte de mi lista de #cancionesparasermasfeliz con su excelente La corriente y con esta La raíz que ha sido nominada para los Grammys latinos como mejor canción de cantautor. Absolutamente terapéutica, Valeria Castro.